De la cocina a España.

11 de julio de 2013 de designtotaste

Como estudiante de gastronomía, durante el transcurso de la carrera además de las materias o las clases hay una etapa muy importante donde se concentra el mayor aprendizaje o al menos, el más acercado a la realidad de la vida profesional, esta etapa son las prácticas profesionales, ya sea que se realicen en el país o en el extranjero la importancia y dificultad son las mismas.

Las prácticas profesionales son oportunidades que nos ayudan a desarrollar nuestras habilidades y aptitudes adquiridas con las cuales los próximos cocineros lograremos un desempeño profesional competente para nuestra futura vida laboral.

Realizar las prácticas laborales ayuda a conocer un contexto real de trabajo permitiéndonos aplicar la teorías adquiridas durante nuestro proceso de formación universitaria en situaciones o problemáticas reales; por lo tanto esto contribuirá a nuestra formación integral para desarrollarnos en el ámbito profesional como expertos en las artes culinarias.

Si tú eres una de esas personas que quiere sacar máximo provecho a cada nueva práctica o trabajo inicial, te invito a leer los siguientes consejos que te servirán como apoyo a lo largo de tu formación:

Es lo primordial tener disposición y tener un espíritu ambicioso de mejora continua. Esta disposición, debe de ir acompañada de una actitud humilde, eso significa que estamos consientes de nuestros conocimientos, habilidades, actitudes y aptitudes; sabiendo lo que seremos capaces de ejecutar.

Las prácticas profesionales son principalmente una etapa de aprendizaje y siempre tendremos superiores que velaran por nuestro desempeño. De nosotros dependerá la retroalimentación, así como al cometer errores, reconocerlos y aprender de ellos.

Seamos autocríticos, demostremos madurez, responsabilidad y dejemos de lado la arrogancia. Ser exigentes con nosotros mismos nos permitirá superarnos en nuestro diario vivir.

No temamos realizar preguntas a nuestros superiores, por muy insignificante que esta parezca, ya que hasta la pregunta más sencilla puede ser un gran cambio o la duda de muchos. Recordemos que no hay preguntas tontas sino tontos que no preguntan.

Todos los días se aprende algo y es nuestro deber seguir con la noble tradición. Podemos aprender de todos en una cocina desde un ayudante de cocina como de otro chef y no solo sobre gastronomía. Las lecciones y experiencias de nuestra vida son las que nos hacen fuertes y sabios.

Siempre debemos estar abiertos a aprender cosas nuevas. De esa manera, serán ellos quienes quieran aprender de nosotros, generando fuertes lazos y cadenas de conocimiento.

No me queda nadamas que agradeces a todas esas personas que me apoyaron dentro de este sueño -sin sueño- sin ustedes nunca lo hubiera podido lograr, y sobre todo al Hotel Arts Barcelona por haberme recibido, enseñado y retroalimentado durante mis prácticas.